Y Bueno...yo soy así, sucede que hace algún tiempo me he tomado el compromiso con un blog que tenía un desafío que me parecía formidable y asumí ese compromiso, desde ese día me da vueltas en la cabeza cientos de ideas que me desvanecen el alma de tristezas y otras que me llena de lujuria y encanto.
María que tiene un blog precioso ha puesto de manifiesto que aquellas que quieran relacionar el arte del tejido y la literatura pues...lo hagan y yo desde un rincón del blog le he gritado yo....yo....y bien pues, que hoy me ha llegado la inspiración....MARIA ;Te pido perdón por el tiempo....pero sino; hubiera escrito cualquier cosa...
Esto no está copiado de ningún lado, tan sólo de mi misma experiencia...
María que tiene un blog precioso ha puesto de manifiesto que aquellas que quieran relacionar el arte del tejido y la literatura pues...lo hagan y yo desde un rincón del blog le he gritado yo....yo....y bien pues, que hoy me ha llegado la inspiración....MARIA ;Te pido perdón por el tiempo....pero sino; hubiera escrito cualquier cosa...
Esto no está copiado de ningún lado, tan sólo de mi misma experiencia...
JUANA
El viento blanco rugía ferozmente, entre las tablas gastadas y grises de las casi inexistentes persianas de las ventanas ,de aquella añeja escuela; perdida en la línea misma del horizonte. Allí estaba yo... ensimismada en mis penas y casi sin poder mirar hacia afuera, el rugido del viento, el crujir de las ramas, vencidas ya ,de los árboles, acechaban con caer sobre las chapas de la piecita, era viernes por la noche y yo ¡ahí¡ tenía apenas 22 años...pero...tenía que trabajar¡
Deseosa de un sonido que no fuera otro que el que oía, rompió la monotonía el crepitar de los copos de nieve que se asotaban contra los vidrios y se derretían cual lágrimas de un niño sobre su mejilla.
Sin luz, sin gas, sin TV, sin amigos, más que el sólo hecho de saber que estaba el trabajo estable...En mi corazón endilgaban tan sólo penas...y...añoranzas de amores idílicos...típicos de una jóven que tan sólo deseaba un abrazo o una caricia de un ser que la amara...
Me asomé a la salamandra que despedía humo y calor a la vez, a veces se acababa la leña y había que racionar, por eso los diarios viejos que muchas veces los leía una y otra vez, servían también para calentar un poquito, escondida bajo la cama yacía un trozo de leña que ocultaba para los momentos difíciles y creí oportuno ese momento...
con movimientos suaves y obsoletos la coloqué dentro de la estufa suplicándole a ese leño que durara toda la noche para poder dormir tranquila y calentita sin tiritar, pero...en mi subconciente sabía que eso no sucedería y la realidad sería otra...
Saqué en forma silenciosa como queriendo no entorpecer a los ruidos de la naturaleza, de una bolsa plástica una bufanda gris, que hacía muchos años le había tejido a mi madre ,con unos puntos tan simples como el color elegido, cada punto, cada línea ,me llevaba y traía hacia el pasado, a casa, a la cocina, al aroma de los jazmines del jardín, al rostro de mi madre, quien había muerto hacía muchos años...
Me tapé con ella y froté mis manos abruptamente para pasar la sensación helada que entraba por todos los recovecos del lugar, y otra vez apoyada en el alfeizar de la ventana...esperando...esperando...Pero...de pronto un sollozo suave y continuo me despertó de mi ensoñación...miré hacia atrás y una pequeña niña del internado estaba allí ,a mi lado, descalza y con la ropita corta...que el sólo mirarla me producía más frío, me agaché hasta la altura de una niña de apenas seis años y le pregunté ¿por qué lloras Juanita?...y ella temblaba y sus palabritas entrecortadas me pudieron transmitir...TENGO FRIO...Pensé que a los 22 años la vida ya estaba resuelta pero, !no¡ una pequeña niña me había traído un problema que ni yo sabía resolver...fue así que la senté en mi falda y nos sentamos juntas al lado de la salamandra a ver la fogata desvanecer...pero luego seguiría su frío...En un acto de iluminación le pregunté ¿sabes hacer un ovillo? no ¡ me respondió...y los chicos a esa edad todo lo quieren hacer...¿Hagamos uno? le dije y ella empezó a saltar...tanto que el frío pareció alejarse de ella, la mandé a buscar sus medias a su habitación, las achiqué, las cocí, las lavé y las colgué en un clavo de la pared que estaba arriba de la estufa, mientras ella preguntó y el ovillo? y el ovillo? asique abracé por última vez mi bufanda, la acaricié y traté de sacar el último aroma y recuerdo que quedaba de mi madre y los arropé en el fondo de mi corazón, desprendí el nudito final y comencé a destejerla, y ella a hacer el ovillo que nos llevó un largo tiempo, pues el secreto era hacerlo despacio, creo que en realidad era el tiempo que yo necesitaba para despedirme de ella, pues, era lo unico que traje cuando huí de casa. El ovillo se terminó y la bufanda se desvaneció silenciosamente...
Como ya era tarde la mandé a dormir con sus compañeras, como corresponde y al cuidado de su celadora, con la promesa que al día siguiente habría una sorpresa...En la noche salí alumbrada por una linterna y una compañera de trabajo me acompañó al campo, que estaba ahí nomás abriendo la puerta...encontré escarbando entre la nieve dos ramas perfectas...con un cuchillo de cocina, las pelé y las dejé lisitas, las sequé un poco al fuego y eran las agujas perfectas, como las noches son largas y parecen nunca acabar, me puse a tejer un pullover para Juana...la envolví en un diario casi sin arrugas y le hice un moño de chala de choclo, lo pinté con tempera y se lo dí al día siguiente. Ella lo abrió y con lagrimitas en los ojos me dijo...¿vio seño? ¡cuando uno aprende a hacer un ovillo se le pasa el frío¡ cuando se alejó por el patio con su paquete me di cuenta que: LOS NIÑOS TAMBIEN SE SIENTEN SOLOS..
gracias Juana por enseñarme tantas cosas ese día....
GEM
Hola Gra,
ResponderEliminarPaso rapidito, no leí tu post, lo haré luego. Ahora pasaba por lo del inter, no me había quedado claro si tu compañera había recibido los regalos pero los vi.
Hermosos los regalos de ambas.
Me alegro muchísimo que hayan concluido bien el inter.
Besos
Gem que bonito relato y que imagnación tienes yo no soy capaz de escribir nada besitos
ResponderEliminarGem!
ResponderEliminarQué conmovida quedé con tu relato! Hoy mismo lo traigo porque merece ser leído por todas. En realidad debería darte el 1er puesto si lo hubiera pensado como un concurso literario, pero solo lo plantée como desafío para unir dos pasiones mías, la literatura y el tejido.
Te agradezco muchísimo todo tu cariño, las lindas palabras introductorias antes de tu presentación.
Las últimas líneas las leía con agüita en los ojos, de verdad. Me llegó muchísimo lo que escribiste.
Sigamos compartiendo, para mi será un placer.
Besotes gigantes, María Elena.-
es bellísima tu historia, me dejo sin palabras solo con un suspiro... es una vivencia personal? me gusto muchísimo felicitaciones
ResponderEliminarah! y un abrazo calentito a Juana y a la Seño...
Hola, Gem! Gracias por compartir esto conmigo! Si no soy muy clara es que aún se me caen algunas lagrimotas! Poder enseñar o aprender de alguien no debería nunca estar limitado por la edad, pero muchas veces los niños nos dejan sin palabras!!! Un fuerte abrazo para tí y para Juana y el recuerdo de una gran noche para ambas ... y podría decir para mí también, porque el relato es tan hermoso que me hicieron estar allí con Uds.! Muchos BESOTES!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, muy emotivo, tienes una gran imaginación,
ResponderEliminary qué decir de los niños... son tan tiernecitos que es imposible no quererlos
Un beso